En Masuria, tenemos una granja centenaria, un rebaño de animales y un cementerio adoptado. También hay espacio hasta el horizonte y, al final del verano, muchas frambuesas. Fueron lo que nos encantó lo suficiente como para establecer nuestro hogar allí. Para nuestros huéspedes, hemos preparado una casa de huéspedes con dos apartamentos para siete personas y la Casa Feliz, una casa independiente y vallada en medio de dos lagos. Aquí, el tiempo se dedica a pequeños y grandes placeres: paseos a caballo, ciclismo y escuchar historias de Masuria que no conoces.
Te invitamos a un poco de felicidad. Te lo servimos caliente.
